"Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente. Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo".
Minutos de Amor 18 de julio de 2007
¿Cuántos hombres estudiados y conocedores de la fe aún no han llegado a la práctica de la caridad, mientras gente sencilla y de pocos conocimientos es tan generosa incluso con pocos recursos? Muchas personas con poca formación en la fe, oran constantemente, tienen una fuerte vida espiritual, participan siempre de la eucaristía dominical, se confiesan con frecuencia, están siempre atentos y son abiertos a las cosas espirituales aún sin mucha formación teológica; mientras sabios y entendidos no encuentran ni el tiempo ni la motivación para la oración y la intimidad con Dios. Jesús tiene un especial aprecio por la sencillez, por al humildad, por la pequeñez.
Conocer a Dios, no depende entonces de un ejercicio intelectual, no por mucho pensar o leer vamos a conocerlo más. Para entrar en la intimidad de Dios, se necesita la experiencia de una relación directa y personal, que sólo se logra a través de la oración y la caridad. Hermanos, no dejemos de alimentar nuestra fe en nuestro padre con una oración asidua y una práctica sincera de su Palabra.
Oración: Señor, gracias porque lo que sé de Ti es lo que Tú me has permitido conocer; gracias porque conociéndote te amo y amándote tengo vida y en abundancia. Yo te pido que me des la generosidad para estar unido a Ti; que me permitas ser testigo de tu acción en mi vida y de lo que puedo conocer de ti.
Virgen Madre de los pobres y de los humildes, te rogamos que hagas sentir tu amor y tu ternura a los que más sufren y menos tienen; siembra en nosotros la compasión, la solidaridad y el cariño por los más necesitados. Amén