Así como los apóstoles, cada uno de nosotros tiene su misión, cada quien en donde le corresponde, en medio de sus afanes y sus propios conflictos, cada uno con sus limitaciones. Todos en el mundo tenemos una misión que el Señor nos ha encomendado para cumplir. ¿Ya descubriste la tuya? ¿Sabes qué quiere de ti, el Señor? Dios te ha llamado a algo en especial, ¿sabes dónde buscar tu misión? Busca la misión de Dios para tu vida en tu familia, en tu trabajo, en tu entorno, a menos que Dios te llame a algo fuera de lo normal, como consagrar tu vida o algo similar, desde donde estás ahí y ahora cumple con la voluntad de Dios en tu vida. Para ello es fundamental la oración diaria, pídele a Dios que te permita descubrir lo que quiere para ti y haz la voluntad de Él en tu vida.
Oración: Dios de amor y bondad, dame la gracia y la alegría de servirte en lo que quieras, que pueda ser útil a mis hermanos colocando todo mi empeño en hacer tu santa voluntad. Señor mío, muéstrame tu voluntad en mi vida; hazme saber y sentir lo que quieres para mí; hazme amar la misión que me tienes reservada, que pueda servir a mis hermanos en aquellos que Tú quieres que yo te sirva.
María, intercede por nosotros para que el Espíritu Santo sea derramado en nuestros corazones a fin de vivir y anunciar el Evangelio de Jesús. Amén
Oración: Dios de amor y bondad, dame la gracia y la alegría de servirte en lo que quieras, que pueda ser útil a mis hermanos colocando todo mi empeño en hacer tu santa voluntad. Señor mío, muéstrame tu voluntad en mi vida; hazme saber y sentir lo que quieres para mí; hazme amar la misión que me tienes reservada, que pueda servir a mis hermanos en aquellos que Tú quieres que yo te sirva.
María, intercede por nosotros para que el Espíritu Santo sea derramado en nuestros corazones a fin de vivir y anunciar el Evangelio de Jesús. Amén