"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último".
“Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna”. Jn 3.16
"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último".