»Si ustedes me aman,
obedecerán mis mandamientos. Y
yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad,
para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir,
porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece
con ustedes y estará en ustedes.
»No
los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes. Dentro
de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero ustedes me verán, y vivirán
porque yo vivo. En aquel día, ustedes
se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes están en mí, y yo en
ustedes. El que recibe mis
mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al
que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.